Conectar en Persona: gobernar nuestros datos en la era de la hiperconectividad

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José Carmena, de la Universidad de California Berkeley; Gonzalo Belenguer, director de Redit y consejero de Redit Ventures; Javier Megías, de Plug and Play; y David Pérez, analizan los desafíos para proteger al individuo en pleno auge del gemelo digital.

Habrá superhumanos en el futuro. “Sí”, afirma José Carmena, profesor de la Universidad de California Berkeley, en el arranque de la Mesa Conectar en Persona de Redit Summit 2023. “Es un resultado inevitable de tecnologías como los teléfonos móviles que ya nos aumentan y nos mejoran”.

De ahí, remarca, “la importancia de la disciplina de la neuroética y los neuroderechos, porque igual que ya hay problemas con unos algoritmos dentro de las redes sociales, por todo el sesgo y todo lo que ocurre con ello, lo mismo va a ocurrir con los datos neurales de los pacientes y los temas de privacidad”.

“Ya hay cientos de miles de personas implantadas con estimuladores eléctricos”, continúa el neurocientífico. Habrá seres humanos “aumentados de forma no invasiva, por ejemplo, mediante dispositivos que les permitan interaccionar con el ciberespacio o el mundo digital de una forma mucho más rápida y eficiente”. Insta, por eso, a estar vigilantes para que no se generen problemas de desigualdad social.

José Carmena repasa algunos de los desarrollos tecnológicos que se están produciendo ya en Silicon Valley en este sentido. CTRL Labs, adquirida por Meta, ha creado un brazalete no invasivo que permite generar nuevos grados de libertad inimaginables hasta ahora. “Uno puede empezar a innovar en todas estas cosas para las que ahora mismo faltan aplicaciones”, incluido “el metaverso”, añade.

Javier Megías, Managing Partner EMEA Funds de Plug and Play, destaca que en la parte de inteligencia artificial (IA) es “donde obviamente estamos invirtiendo en un montón de compañías”. En el caso de la interfaz cerebro-máquina, se sitúa en un ámbito del espectro de actuación “enormemente complicado y además tiene una componente científica”, por lo que se están abordando “cosas más sencillas”.

En su opinión, el challenge consiste en integrar las distintas capas partiendo de la idea de que “la buena tecnología es la tecnología invisible”. En el caso de la IA, Plug and Play acumula ya 70-80 inversiones desde hace más de cinco años. “Me resisto a que todos entendamos la IA como el maravilloso ChatGPT”, añade Javier Megías.

“Hay cosas mucho más bonitas e interesantes. Una de las compañías en la que hemos invertido hace no mucho es capaz de detectar, a partir de un muestreo de imágenes de alta velocidad y una red neuronal, la salmonella en la comida días antes que cualquier otro sistema. Y esto no deja de ser IA”.

Una herramienta única en Europa

“La persona no está en el centro, que obviamente lo está, si no en el origen”, afirma Gonzalo Belenguer, director general de Redit y consejero en Redit Ventures. “Todos nuestros centros trabajan en los principales sectores de la Comunitat Valenciana pensando en cómo mejorar la calidad de vida de las personas. Para ello desarrollan todos los años más de 2.500 proyectos de I+D+I”.

Belenguer recuerda que “hace apenas un año lanzamos una nueva iniciativa colaborativa pensando en las personas, en la Comunitat Valenciana, en las empresas, en las grandes y, sobre todo, en las pequeñas, y nos atrevimos con un vehículo de inversión único en Europa”: Redit Ventures

El objetivo es “ayudar a que esa I+D más disruptiva, que hasta ahora no emergía de manera inmediata, salga de las baldas y se convierta en nuevas realidades, en nuevas empresas que crean puestos de trabajo, de altísimo valor añadido en la Comunidad Valenciana y, por tanto, impacten para mejorar la calidad de vida de las personas”.

Gonzalo Belenguer destaca que se trata de “un vehículo de inversión único en Europa, porque tiene dos singularidades: parte del atrevimiento de la red de centros y tiene como misión ayudar a los sectores productivos a ser todavía más competitivos a través de la de la I+D más disruptiva; y, sobre todo, también tiene la vocación de crear nuevas empresas”.

A través de los institutos tecnológicos, 11 sectores industriales “trabajan sobre un mismo vehículo”. En su primer año de vida, “se han analizado más de 108 proyectos de altísima potencialidad y se han aprobado cinco inversiones. Va a haber más en las próximas semanas, porque los que estamos dentro sabemos que hay mucho y bueno en la Comunidad Valenciana y eso es reflejo”.

“Nos gusta sentir el vértigo de ser los primeros en muchas cosas”, continúa Gonzalo Belenguer, “hemos presentado un club de inversores para que las empresas vinculadas a los centros tecnológicos puedan participar y ser protagonistas o coprotagonistas de la generación de estas nuevas empresas y puedan coinvertir a través de tickets sindicados”.

En última instancia, sostiene, “deben hacerse las cosas pensando colectivamente, colaborativamente y, sobre todo, creando oportunidades para que la región se vea impactada en positivo y, desde luego, seamos los protagonistas de la solución y del futuro”.

Javier Megías apunta que “parte de la belleza de lo que hace Redit Ventures es convertir proyectos, con un potencial tremendo en ciencia, en compañías que generan un impacto en la sociedad”. Según su experiencia, “cuando estás analizando una compañía así, los parámetros que yo típicamente miraría para invertir no son aplicables todavía. Nos fijamos básicamente en el momento en el que está la tecnología, cómo de cerca o lejos está del mercado”.

“Una de las cosas más desafiantes cuando estás invirtiendo en una tecnología tan dura es encontrar dónde tiene sentido, cuál es el caso de uso con más potencial”, añade Javier Megías. Junto a ello, hay que definir “el proceso de llegada al mercado”.

La era de la hiperconectividad

A juicio de David Pérez, manager de nuevos negocios de Vodafone en la Comunitat Valenciana, “estamos en un momento apasionante desde el punto de vista tecnológico, que tenemos además que disfrutar”. Asegura que “internet fue el origen de todo esto” y, para desplegarlo, “los operadores han hecho una inversión en este país a nivel de infraestructuras de telecomunicaciones espectacular”.

“Gobernar los datos que generamos va a ser uno de los grandes desafíos, porque cada uno de nosotros somos un mini big data”, señala David Pérez. “Las empresas saben que el dato tiene mucho valor, pero realmente es tan abrumadora la cantidad de información que debemos ser capaces de ordenarla. Y ahí la IA nos puede ayudar a acortar tiempos y a ser más eficientes”.

Cuando las empresas de retail, por ejemplo, “tienen que decidir dónde van a montar su próxima tienda, lo pueden hacer por intuición, como hasta ahora, porque creen que por esa calle pasa su target objetivo”. Pero si son capaces de saber cómo se mueve la gente por las ciudades, “la tasa de éxito de repente aumenta”.

En cuanto a la iniciativa Spain Neurotech, anunciada por José Carmena en Redit Summit 2023, “su impacto para España es que está centrada en el cerebro humano, no en experimentación animal, sino que busca la aplicación muy directa de lo que ya existe y de lo que se va a desarrollar en este campo tecnológico”.

Tendrá “un componente muy importante de IA y de base neuroética”. Abordará “la aceleración de ensayos clínicos first human”, así como el paso del laboratorio a la empresa, es decir, el impulso de startups “en varios estadios: del centro, del país o internacionales”. La intención es “crear sinergias donde haya un ecosistema de emprendimiento fuerte”.

En el actual escenario de hiperconectividad, de desarrollo de nuevos dispositivos, de conexión máquina-personas, “viene un número interesante de retos, derivados de la propia gobernanza, de la seguridad, de la privacidad. Pero quizás a mí los retos que más me preocupan son éticos”, añade Javier Megías.

El desafío que plantean las nuevas tecnologías es “transmitir no lo que somos ahora, sino lo que aspiramos a ser, es decir, nuestra aspiración ética de cómo nos gustaría que la humanidad fuera considerada”. A eso se suma el imperativo de “no dejar a nadie en el camino. La IA no va a quitar el trabajo a las personas, sino que aquellas aumentadas con IA van a quitar el trabajo a las que no lo están. Aquí tenemos quizás una labor importante de reskilling de la población”.

En opinión de José Carmena, “la base ética es fundamental porque esto no lo para nadie, estos avances van a seguir entrando en la sociedad. Debemos tener muy claro cómo vamos a controlar y regular el nuevo entorno”. Se refiere, en este punto, al auge del “gemelo digital, de los modelos de uno mismo que se van a aplicar a muchísimas cosas y se nutren de mecanismos de IA generativa”

Existe el riesgo, añade, de generar realidades que no existen y eso, en el caso del control de dispositivos, podría ser problemático. Reivindica “la importancia del human in the look, que el yo, la persona humana, el usuario de esa tecnología o el dueño de ese modelo de uno mismo digital, esté en el bucle de control de alguna forma”, que su cerebro pueda regular el funcionamiento de ese modelo autónomo. “Es un tema relacionado con la ética, pero también con el funcionamiento de ese tándem entre la persona y su copia digital, su clon”.

Gonzalo Belenguer afirma que “el futuro tecnológico no sabemos por dónde va a venir, pero lo hará aquí si tenemos un ecosistema potente donde cada uno de los agentes haga lo que mejor sabe hacer y colabore con el resto”. En clave ciudadana, “otro de los aspectos que deberíamos plantearnos seriamente es qué pasa de puertas afuera. Estamos hablando de talento, de inteligencia, de tecnología, de retos, de innovación, y deberíamos sumar para construir esa sociedad del conocimiento, de la innovación, de la tecnología, donde no falte nadie, porque todos formamos parte de la solución”.

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